sábado, 23 de mayo de 2009

Evasión

“El daño me permite la felicidad del dolor”. Patricia Pietrafesa

Mi grito se reprime en las paredes de mi garganta

¿Son los dedos como rojo dolor,
desparramados en mis piernas?
¿O son las sombras como garras,
clavadas en mi sanidad?

Anestesiar la sed de botellas vacías nunca es fácil

Es un septiembre que nunca llega
Es un minuto que mendiga mi tiempo
Es un reloj como arma certera
que perfora mi calma

El entierro como último llamado para volver a la realidad

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