viernes, 12 de junio de 2009

Desplante

Los árboles en el campo no me pueden enseñar nada - Sócrates
No es que yo no sea normal pero me encuentro anormalmente molesta de ser yo. Inútil es armar frases para suturar mis raídos pensamientos. Sigo creyendo firmemente que no se da un día en toda mi vida, si no que es toda mi vida acotada en 24 míseras horas. Las calles con sus baldosas de mal humor supieron comprender lo incomprensible cuando me dediqué a patearlas. El viejo vicio de tener una pitada o dos, no sirve y mucho menos consuela. Ya creía haber alcanzado cierta altura pero me desplomé en la planicie del abismo.
Es seguro que por allá el verde te tranquilizó y te puso en una atroz perspectiva que no me consideraba para nada. Pero supongo que las plantas no tienen pensamiento alguno que sea de utilidad. No saben decirme que entre el 1 y el 2 hay un infinito abierto a diferencia del corto trecho que aparece en el dibujo.
Teseo se hubiera asustado, pero vos no tuviste ni la menor consideración al inconciente minotauro que se disfraza con mi cuerpo. Debo pensar que la rueda kármatica se vención entre vuelta y vuelta. Tomaste hasta el hartazgo pero tu devolución se vistió de retroceso.

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